A veces me pierdo en mí y me encuentro dándole motivos a mi miedo para quedarse,
vertiendo agua sobre la raíz que se me mete entre costilla y costilla,
sin salir del paracaídas,
agarrada bien fuerte a mi ansiedad
mientras cien pájaros vuelan a mi alrededor,
agachada sin querer ver que yo también puedo ser uno de ellos,
advertida por el águila mayor: "todo puede cambiar",
pero tengo que salir de mí,
olvidar mi vértigo,
y saltar,
abajo me espera una luz,
es la luz de la libertad.
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