Vamos corriendo todo el tiempo, pensando que lo que hacemos es lo que tenemos que hacer y de una importancia vital. No nos detenemos de verdad a valorar las cosas y a dejarnos llevar por lo que nos llena el alma, vivimos regidos a un sistema que nos marca un ritmo y un tiempo, a todos por igual, sin tener en cuenta que en la clase hay millones de alumnos y que ni por asomo todos son iguales, de hecho me atrevería a decir que cada uno es diferente. Pero todos van corriendo por la línea del tiempo intentando ajustarse a ese ritmo, y quien se sale de él está mal mirado y "seguramente acabará mal", cuando los únicos que van mal son los que siguen corriendo por el mismo estrecho sendero. La persona que se sale del camino indicado por otros para crear el suyo propio es la que realmente gana, porque en su propia carrera él o ella es quien pone sus normas y metas, y la mejor norma de todas es que no existe ninguna, y es así como se gana en la carrera de la vida.
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